Por: Charlene N. Rivera Bonet, Escritora Científica, Waisman Center
Un pilar del Waisman Center es invertir en la próxima generación de líderes de investigación a través de la capacitación y la educación. Durante más de 26 años, el Programa de Capacitación Postdoctoral en Investigación de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo del centro ha ayudado a dar forma a las carreras y trayectorias de 53 investigadores postdoctorales a través de capacitación multidisciplinaria en investigación social, epidemiológica, conductual y bioconductual sobre discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD, en inglés).
Los becarios posdoctorales, que son financiados a través de este programa por una subvención del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD), provienen de una variedad de antecedentes académicos y están capacitados para comprender los procesos neurocognitivos, sociales, afectivos, comunicativos y familiares en relación con los IDD. “Un gran enfoque de nuestro programa de capacitación es la idea de que los futuros líderes de investigación en el campo de los IDD necesitarán las herramientas para trabajar en equipos multidisciplinarios a fin de abordar los grandes problemas en IDD”. dice Sigan Hartley, PhD, directora del programa, profesora asociada de desarrollo humano y estudios familiares e investigadora del Waisman Center.
Antes de Hartley, Len Abbeduto, PhD, ahora director del Instituto MIND de UC Davis, inició el programa en el 1995. Luego Marsha Mailick, PhD, vicerrectora emérita de investigación y educación de posgrado y ex directora del Waisman Center dirigió el programa de 2011 a 2017.
Como parte del programa, los becarios reciben capacitación en la planificación y realización de investigaciones independientes, colaboración en investigación y obtención de fondos. “Creo que la beca realmente me ayudó a delinear algunos de los peldaños que necesitaba para obtener financiamiento y saber cómo establecerme como una profesional temprana en mi carrera”, dice Geovanna Rodríguez, PhD, quien formó parte del programa de 2017 a 2019 y es ahora es profesora asistente de psicología escolar en la Universidad de Oregón.
Durante su tiempo como becaria en Waisman, Rodríguez estudió las experiencias de intimidación y victimización de niños con trastorno del espectro autista (ASD, en inglés), así como los factores a nivel familiar que afectaron la trayectoria de la internalización de los síntomas en el ASD. Actualmente, en Oregón, su investigación se centra en la salud mental de los adolescentes con ASD. Rodríguez es co-investigadora principal en una subvención federal financiada recientemente a través de la Oficina de Programas de Educación Especial destinada a mejorar los apoyos de salud mental en las escuelas para estudiantes de secundaria con discapacidades. Esta subvención no hubiera sido posible sin la tutoría y la capacitación brindadas en Waisman. Su capacitación resaltó la importancia de crear sistemas de atención integrados y de alta calidad para estudiantes con discapacidades, dice Rodríguez.
Otras áreas de investigación que estudian los becarios incluyen el síndrome de Down, la parálisis cerebral, la percepción auditiva, el síndrome X frágil y los perfiles tempranos de desarrollo atípico.
Los becarios también asisten a seminarios sobre diseño y análisis de investigación, ética de investigación, raza/etnicidad y cultura, desarrollo profesional y métodos en la investigación de IDD. “Queremos asegurarnos de que los becarios dediquen tiempo a pensar en la ética de la investigación, lo que significa ser un científico socialmente responsable y la importancia de garantizar que la ciencia sea inclusiva, refleje el amplio espectro de personas con IDD y responda a los comentarios de las personas con discapacidades de la comunidad”, dice Hartley.
Una parte vital de esta formación es la relación mentor-aprendiz. Los aprendices son asignados a mentores “que puedan ayudarlos a impulsar [su éxito] aún más y, a través del programa, brindarles las herramientas para el éxito”, dice Hartley, quien fue mentora de Rodríguez durante su tiempo como becaria.
Para Rodríguez, su desarrollo y crecimiento profesional provino de su experiencia trabajando con los mentores en Waisman como parte dl programa. “La mentoría y experiencia fueron invaluables en términos de mi confianza como investigadora y me ayudaron a desarrollar una agenda de investigación”, dice Rodríguez.
Muchas de las lecciones y habilidades que Rodríguez aprendió en Waisman ahora las aplica en su puesto actual. Su experiencia durante el; programa ayudó a dar forma a la mentora que es hoy. “Creo que algunas cosas que tomé de [Waisman] informaron cómo me veo a mí misma como mentora y ayudando a investigadores a desarrollar esos conjuntos de habilidades. Así que eso ha sido algo muy valioso para mí”, dice Rodríguez.
El programa ayudó a Rodríguez a enfatizar la importancia de las colaboraciones en la investigación. “Realmente trato de integrar colaboraciones y perspectivas interdisciplinarias porque eso fue algo que experimenté de manera única en el Waisman Center”, dice Rodríguez. “Se trata simplemente de tener esa lente interdisciplinario y modelo de colaboración y eso es algo que traté de replicar [en Oregón]”.
Muchos becarios, como Rodríguez, obtienen posiciones destacadas. La mayoría, dice Hartley, pasan a puestos de permanencia en universidades, se convierten en científicos investigadores, profesores de investigación o tienen puestos de liderazgo en investigación en agencias como los CDC.
Algunos de los de becarios han obtenido puestos en la Universidad de Wisconsin-Madison y continúan siendo parte del Waisman Center como investigadores principales con laboratorios de investigación independientes como Audra Sterling, PhD, profesora asociada en ciencias y trastornos de la comunicación, Brittany Travers , PhD, profesora asociada en kinesiología, Douglas Dean III, PhD, profesor asistente en pediatría, Lauren Bishop, PhD, profesora asistente en la Escuela de Trabajo Social, Leann DaWalt, PhD, directora de UCEDD y la propia Hartley. “Estas son competencias enormes a nivel nacional y son [nuestros becarios] quienes prosperan hasta la cima”, dice Hartley.
Para Hartley, trabajar con estudiantes posdoctorales como Rodríguez es una de las partes favoritas de su trabajo. “Poder verlos desarrollar su confianza, desarrollar su propia área de estudio. Y simplemente poder apoyarlos en ese proceso es muy gratificante”.
Durante el año académico 2021-2022, el programa de capacitación incluye: Robbie Dembo, PhD, (aprendiz de Marsha Mailick y Leann DaWalt); Marianne Elmquist, PhD, (aprendiz de Katie Hustad, Audra Sterling y Jenny Saffran); Helen Long, PhD, (aprendiz de Katie Hustad); y Jenny Phan, PhD (aprendiz de Hill Goldsmith).
La beca cuenta con el respaldo de la subvención T32 HD 007489 del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) junto con el generoso apoyo de Terry Family Foundation.