Por Emily Leclerc, Escritora Científica, Waisman Center
Tiaunta Martin es una orgullosa madre de tres hijos. Son de ojos brillantes, enérgicos y, por lo general, un torbellino de caos. Su hijo del medio, Benjamin, apodado Benji, es un niño inquieto de seis años que mantiene a Tiaunta en alerta constante. “Es el niño más adorable y dulce del mundo. Muy hiperactivo y extrovertido, a veces demasiado. Pero es el niño más preciado”, dice Tiaunta.
Benji fue diagnosticado con autismo recientemente en el Waisman Center y, junto con su sonrisa entrañable y su personalidad alegre, Benji tenía algunos comportamientos que hacían que Tiaunta temiera por la seguridad de su hijo. Salía corriendo por la puerta principal mientras nadie lo miraba. Revisaba el cajón de los cuchillos o el armario de productos químicos. O escalaba el refrigerador. Teniendo otros dos hijos que cuidar y un trabajo a tiempo completo, Tiaunta no siempre podía tener los dos ojos puestos en Benji. Ella siempre estaba preocupada por la seguridad de su hijo.
Mientras estaba en el Waisman Center con Benji, Tiaunta mencionó sus preocupaciones a una navegadora familiar de la clínica. Fue entonces cuando le hablaron sobre el programa SaferKids (niños más seguros) del Waisman Center. La navegadora familiar le explicó a Tiaunta que la subvención podría ayudar a proporcionarle algunas herramientas y recursos para facilitar mantener a Benji más seguro. “En mi corazón, sabía que este era el programa perfecto para nosotros”, dice Tiaunta.
El programa SaferKids del Waisman Center, en asociación con el Safety Center del American Family Children’s Hospital, ayuda a proporcionar equipos y recursos de seguridad a niños con discapacidades y familiares referidos a través de varios programas en el Waisman Center. Los niños con discapacidades, como autismo en el caso de Benji, pueden presentar una variedad de comportamientos que pueden poner en peligro su seguridad y puede ser difícil para los padres manejar esos comportamientos sin ayuda. La subvención se estableció para proporcionar a estas familias equipos que les faciliten la seguridad de sus hijos.
“Comenzó con las preocupaciones que estábamos escuchando. Estos niños tenían muchas preocupaciones de seguridad y no tenían acceso real a fondos para ayudar a pagar los artículos de seguridad”, dice Michelle Schumacher, trabajadora social y navegadora familiar en el Waisman Center. Schumacher también es la coordinadora del Programa SaferKids, que actualmente forma parte del Wisconsin Care Integration Initiative a través del University Center for Excellence in Developmental Disabilities del Waisman Center. “La subvención se enfoca principalmente en ayudar a las familias médicamente desatendidas cuyos hijos, desde recién nacidos hasta los cinco años, tienen discapacidades de desarrollo, principalmente autismo, lo que los pone en mayor riesgo de deambular y otros problemas de seguridad”.
Los niños con autismo presentan muchos de los comportamientos potencialmente peligrosos que tienen otros niños pequeños, como meterse en cajones o armarios que no deberían o jugar con enchufes eléctricos. El problema es que para los niños con autismo puede ser difícil comprender los riesgos de seguridad debido a dificultades de comunicación, atención y aprendizaje. Los niños con autismo también son propensos a deambular y, a menudo, salen de casa solos sin el conocimiento de sus padres. Hay muchas razones por las que un niño puede deambular, pero las más comunes incluyen que le guste correr, que quiera ir a un lugar que le guste o que esté tratando de escapar de una situación estresante. Estos comportamientos pueden ser un reto para los padres, especialmente si no pueden pagar el equipo de seguridad para ayudar a prevenir riesgos. Esa es la necesidad que el programa SaferKids busca satisfacer.
Una vez una familia es referida al programa, tiene una consulta con un experto del Centro de Seguridad en el American Family Children’s Hospital. La consulta se utiliza para determinar qué equipo podría proporcionar el mayor beneficio a la familia, y adaptar los productos a las necesidades específicas de la familia. “Cosas como cerraduras de puertas, alarmas de puertas y cerraduras de electrodomésticos son bastante comunes. Soportes para muebles para evitar que los muebles pesados se vuelquen. Los portones también son bastante comunes”, dice Schumacher. “También pueden proporcionar cosas como brazaletes de identificación temporeros para que los padres sepan que, si su hijo deambula, quienquiera que los encuentre tiene una forma de identificarlos”. Cuando la familia y el experto escogen una variedad de productos, se envían directamente a la casa de la familia con instrucciones detalladas sobre cómo instalarlos.
“El proceso es tan fácil, más fácil de lo que pensaba”, dice Tiaunta. “Pensé que iba a tener que llenar formularios y hacer mucho papeleo, pero era solo una llamada telefónica y un poco de información. Te preguntan qué piensas que necesitas y te lo entregan directamente a tu puerta “. Tiaunta ahora tiene una puerta en la cocina, alarmas en la puerta delantera y trasera, alarmas en las ventanas delanteras, cerraduras de seguridad en la puerta del sótano y en el armario de productos químicos, y cubridores de tomacorrientes eléctricos.
“Los productos no solo mantienen a Benji seguro, también le están enseñando lo que no está bien”, dice Tiaunta. “Le están enseñando límites. Él es un aprendiz visual, por lo que sabe que todo esto está ahí porque no está bien”. Sin el programa SaferKids, Tiaunta dice que no habría podido pagar la gran cantidad de productos que ahora usa para mantener a Benji seguro.
Demetria Travis, madre de siete hijos, comenzó a preocuparse cada vez más por la seguridad de su hijo AJ después de encontrarlo sentado en el horno. AJ, que tiene tres años, fue diagnosticado con autismo temprano y le gusta meterse en todo. “Es un niño muy brillante, muy inteligente, lleno de risas y burbujas. Pero también es corredor. Es un escalador. Siempre está en movimiento “, dice Demetria. Y con siete niños que cuidar, Demetria no podía mantener los ojos pegados a AJ en todo momento.
“Recibí el referido [al programa SaferKids] y alguien me llamó y me preguntó cuáles eran mis preocupaciones con AJ, y le dije todo”, dice Demetria. “Se sube a todo. Le gusta sentarse en el horno. Sabe abrir puertas. Hace todo lo que se supone que no debe hacer. Y dijeron tenemos algunas cosas que te ayudarán”.
Ahora, con un pestillo para el horno, soportes para muebles, cerraduras para gabinetes, perillas de seguridad, cubiertas de tomacorrientes y alarmas en las puertas, Demetria puede descansar un poco más tranquila sabiendo que los productos mantendrán a AJ seguro cuando ella no pueda brindarle toda su atención. Al igual que Tiaunta, Demetria dice que, sin la subvención, no podría haber pagado todos los productos que ahora usa en la casa.
El programa SaferKids fue diseñado para llenar los vacíos de apoyo para las familias que pueden estar luchando por obtener productos de seguridad para sus hijos con discapacidades del desarrollo antes de que tengan acceso a otros fondos. Schumacher está increíblemente complacida de que la subvención lo esté haciendo con éxito. “Las familias que han respondido [a nuestra encuesta] han dicho abrumadoramente que están realmente satisfechas con sus servicios y han calificado abrumadoramente la información de seguridad y los productos que han recibido como muy útiles”, dice Schumacher.
Las familias también informan que se sienten respetadas cuando se comunican con el Waisman Center y el Safety Center en el hospital. Saber que será tratado con respeto y amabilidad es un componente importante para ayudar a las familias a obtener el apoyo que necesitan. Para Tiaunta y Demetria, la subvención les ha proporcionado un poco de tranquilidad y formas adicionales de mantener seguros a sus hijos.
“Cuando los lugares tienen programas que ayudan a las personas de esta manera, eso es algo que me gusta ver. Porque en otros estados, no tienen cosas como estas “, dice Tiaunta. “Es increíble todo lo que [la subvención] puede ayudar y creo que es un programa realmente excelente”.
El programa SaferKids es posible gracias al apoyo filantrópico del Evjue Foundation, el Green Bay Packers Foundation, y Friends of the Waisman Center.